Este es mi segundo acercamiento al autor, el primero (la novela V.) no me convenció del todo, pero en este caso debo reconocer que me conquistó. Nuestro protagonista, Doc Sportello es un detective privado, hippie y bastante fumón, que vive en la playa de un Los Ángeles apenas recuperado (aunque no del todo) de los crímenes de Manson, y que se ve envuelto en un caso demasiado grande para él, al tiempo que distintas historias relacionadas al mismo van convergiendo en su persona.
La obra tiene momentos muy cómicos, con ese estilo verborrágico y de divague calculado que tiene Pynchon, pero también atrapa con su trama policial, que no se priva de incorporar clichés del género, como la típica femme fatale, y las desapariciones misteriosas, solo por citar algunos. La novela gana mucho en las interacciones que Doc tiene con Bigfoot Bjornsen, un policía con quien mantiene una relación un tanto ciclotímica, y con el resto de la galería de personajes que el autor crea alrededor del detective, que es muy interesante y está siempre en función a la trama.
Después de este libro me quedan ganas de profundizar en la bibliografía del autor.
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